«Para comenzar a afrontar el reto de tener un tejido empresarial cada vez más productivo, fue planteada una estrategia que se ocupara de llegar al interior de las firmas y comenzara a trabajar en las preocupaciones del día a día de los empresarios. Entre estas, solo por mencionar algunas, están la optimización de procesos, la mejora de productos y el potenciamiento de las habilidades gerenciales. Desde el comienzo tuvimos claro que la productividad, en un 65%, se logra al interior de las empresas.»
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